En un tiempo en el que conseguir la máxima eficiencia en la actividad empresarial es la clave para conseguir un margen de beneficios suficiente para garantizar el buen funcionamiento de las compañías. Es por esto que conocer las mejores formas de conseguir un ahorro energético en la empresa resulta vital para que esta resulte realmente rentable.
Actualizar equipos y maquinaria
Cambiar elementos antiguos por otros más modernos que sean más eficientes en su consumo energético es primordial para garantizar que los equipos informáticos y cualquier tipo de maquinaria utiliza únicamente la cantidad de energía necesaria para realizar su trabajo.
Cambiar los sistemas de iluminación por luces LED
Las luces led no solo consumen menos energía eléctrica que las bombillas incandescentes o los tubos fluorescentes. Además, su vida útil es mucho más larga y sus precios se han abaratado mucho desde su llegada al mercado, por lo que son una forma fantástica de maximizar el ahorro energético en la empresa, independientemente de a qué horas alcance esta sus picos de actividad.
Mejorar el aislamiento de las instalaciones
Conseguir un ahorro energético óptimo en las empresas pasa por hacer que el aislamiento de las instalaciones que estas ocupan sea absoluto. De este modo se consigue la máxima eficiencia en lo que se refiere a consumo energético destinado a la climatización, una partida en la que las compañías emplean una gran cantidad de dinero al año que termina yéndose literalmente por el desagüe.
Máximo aprovechamiento de la luz natural
Cuanta más luz natural entre en los edificios donde los trabajadores desarrollan su labor, menos energía eléctrica hará falta tanto para iluminación como para calefacción y, por tanto, mayores serán el ahorro energético y la eficiencia energética de cualquier empresa.
Usar tecnologías de automatización
Automatizar procedimientos no solo es uno de los más claros ejemplos de ahorro energético, sino que también permite aumentar dicho ahorro con el paso del tiempo gracias a la monitorización de la actividad y al análisis de qué procesos pueden resultar aún más eficientes conforme se vaya implementando la nueva tecnología.
Esta automatización permite llevar un control total de la actividad empresarial en tiempo real, con lo que facilita el hecho de tomar decisiones más inteligentes sobre la marcha con las que maximizar el ahorro energético en la empresa.
Apagar todo lo que no se utilice
En muchas empresas se tiende a pensar que, al no utilizarlos, los equipos conectados a la red eléctrica no consumen energía. Sin embargo, al igual que ocurre con los televisores en los hogares, o con los hornos que muestran la hora en su frontal, son muchos los aparatos que producen el llamado ‘consumo fantasma’.
Esto puede llegar a suponer entre un 10% y un 20% de la factura energética anual de una compañía, por lo que no es un tema baladí. ¿Lo mejor? Tener bien diferenciadas las zonas de trabajo y apagar las secciones oportunas al final de cada turno.
Contratar una tarifa energética destinada a empresas
Elegir una tarifa energética especialmente pensada para empresas, como nuestra tarifa Negocio Ahorro, es una garantía más a la hora de asegurarte el máximo ahorro energético en la empresa.
Las tarifas flexibles para compañías se adaptan a la perfección a cada tipo de actividad, lo que permite aprovechar los mejores precios en el consumo de electricidad sin tener que cambiar los hábitos de trabajo de la empresa y, por supuesto, sin tener que sacrificar ningún aspecto clave para la organización.
Lo bueno de estos consejos es que pueden aplicarse todos a la vez y pueden ir integrándose de forma gradual, ya que todos ellos son perfectamente complementarios y aumentan de forma exponencial el ahorro energético en las empresas. ¡Por eso no hay excusa para no empezar a aprovecharse de ellos cuanto antes!
