Bassols Energía y Regió7 organizaron la jornada ‘Comunidades Energéticas, el camino hacia la transición energética’, en la que se puso sobre la mesa el papel que jugarán el autoconsumo compartido y las comunidades energéticas en este proceso.
En el acto participaron expertos como Miquel Bosch, director de Gestión de Energía y Mercados y Desarrollo de Negocio de Bassols Energía; Gil Salvans, técnico de la Agencia Local de la Energía de Osona del Consejo Comarcal de Osona; y Pol Huguet, concejal de Sostenibilidad de la Subárea de Medio Ambiente del Área de Territorio del Ayuntamiento de Manresa.
Precisamente en la sede de la Cámara de Comercio de Manresa tuvo lugar este encuentro, y no por casualidad, sino porque es en esta localidad donde se ha creado la primera comunidad energética empresarial del país.
Pioneros
La ha puesto en marcha un grupo de empresarios del polígono Bufalvent. Se llama Manresa Ilumina y cuenta con el compromiso de una treintena de pequeñas y medianas empresas, unidas con el objetivo de gestionar conjuntamente las necesidades energéticas del
polígono y planificar instalaciones de infraestructuras de generación de energía renovable.
Este ejemplo sirvió para conocer cómo funciona el autoconsumo colectivo y saber qué es necesario hacer para pasar de un autoconsumo colectivo a una comunidad energética.
Este concepto hace referencia a las agrupaciones de distintos actores que tienen por objetivo conseguir un modelo energético 100% renovable y sostenible desde una transformación social democrática, es decir, inclusiva y de propiedad colectiva.
Las comunidades energéticas pueden estar formadas por grupos de personas particulares, entidades, administraciones públicas locales y pequeñas y medianas empresas -como en el caso de Manresa Ilumina- que se organizan en cooperativas o asociaciones para impulsar la transición energética de su barrio, pueblo, ciudad, comarca o país.
Cambio de mentalidad y compromiso
Sin embargo, en el encuentro organizado por Bassols Energía y Regió7 quedó claro que la creación de comunidades energéticas es solo un primer paso para la transición energética, pues debe producirse un cambio de hábitos y de forma de pensar, el gran reto de los años venideros.
Los expertos apelan al compromiso de la ciudadanía y confían en el cambio de normativa para conseguir el objetivo de la neutralidad de carbono.
En ese sentido, la liberalización del sector eléctrico ofrece la posibilidad de reducir la pobreza energética, ya que facilita el acceso a una energía más justa y con un precio más asequible. En esto, el compromiso de empresas como Bassols Energía es fundamental. Tras más de 120 años en el sector, sus esfuerzos se centran en facilitar el cambio de modelo energético para que todo el mundo pueda pasarse al autoconsumo o adherirse a una comunidad energética como la de Manresa Ilumina.